El Pacto europeo por el clima tiene tres objetivos: concienciar, fomentar la participación ciudadana y promover acciones concretas.
Las repercusiones del cambio climático son indiscutibles: las sequías, los incendios forestales, las tormentas, las inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos están aumentando en todo el mundo. Esto ha tenido un gran impacto en las tendencias demográficas. El cambio será más radical y sus consecuencias impredecibles si no logramos reducir urgentemente nuestra huella ecológica y nuestras emisiones. Sus efectos transformarán radicalmente nuestro mundo y los primeros afectados serán los grupos más vulnerables, en el mundo y en nuestra sociedad.
Los compromisos con el clima alcanzados en el Acuerdo de París y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible marcan desde hace años el camino a seguir en este objetivo.
El Pacto por el Clima requiere de una amplia colaboración y debate. De la comprensión de los retos que supone abordar el calentamiento global y sus consecuencias.
Una Unión Climáticamente neutra
La Comisión Europea asume el compromiso de ser una institución climáticamente neutra en 2030. Un ejemplo que quiere destacar la importancia de tomar la iniciativa en este proceso.
Jóvenes activistas del clima han captado la atención del mundo y han dado forma al debate sobre el cambio climático.
Su principal objetivo es concienciar y apoyar las acciones que puedan conseguir paliar la crisis climática. La Comisión Europea liderará la información y comunicación, así como la promoción de acciones que involucren a la ciudadanía y el apoyo de la gobernanza necesaria para la aplicación del Pacto.
Ofrecerá a las personas y las organizaciones formas de aprender sobre el cambio climático, de desarrollar y aplicar soluciones y de conectarse con otros para multiplicar el impacto de estas soluciones. Ofrecerá apoyo al movimiento europeo en favor del clima y se centrará en difundir la concienciación y apoyar la acción.
Además de la comunicación y de las acciones de concienciación, el Pacto financiará iniciativas nuevas o ya existentes. Se creará un Centro de Conocimientos sobre el Clima, como apoyo a proyectos innovadores. También difundirá las oportunidades de financiación relacionadas con el clima dentro de programas europeos como Horizonte Europa.
El Pacto por el Clima priorizará aquellas medidas que se centren en creación y mantenimiento de espacios verdes,movilidad sostenible, la eficiencia de los edificios y la cualificación dirigida a la creación de empleo verde.
Ninguna acción es demasiado pequeña para lograr un cambio
La energía es el principal foco de interés de la Unión Europea de cara a conseguir el objetivo: crear una Europa climáticamente neutra. La Estrategia para la integración del sistema energético, se completa con dos puntos de atención: el hidrógeno y las energías renovables marinas.
El hidrógeno puede proporcionar energía a sectores que no son adecuados para la electrificación y proporcionar almacenamiento para equilibrar las variaciones de los flujos de las energías renovables, pero esto solo puede lograrse mediante una acción coordinada entre los sectores público y privado a escala de la UE
El hidrógeno
Su principal valor es que no emite CO2 y prácticamente ningún otro tipo de contaminación atmosférica. Esto lo hace atractivo como combustible pero también como medio de descarbonizar la industria europea. El sector del acero y de productos químicos serían uno de los principales objetivos.
Actualmente su origen está en combustibles fósiles, especialmente gas natura y carbón, lo cual supone una grave contradicción con los objetivos de neutralidad en carbono. Por ello es fundamental avanzar en la fabricación de tecnología para producir hidrógeno limpio, renovable, algo que hoy en día todavía no es un proceso rentable.
26 Estados miembros se han sumado a la Iniciativa del hidrógeno y 14 han incluido el uso de este combustible en sus planes nacionales. Sin embargo queda mucho por conseguir, empezando por la investigación y la innovación.
Alianza Europea por un Hidrógeno Limpio
Participada por autoridades públicas, industria y sociedad civil y enmarcada dentro de la Estrategia para la integración del sistema energético. Su objetivo es fomentar el hidrógeno renovable, a partir de energía eólica y solar de cara a 2050.
En una primera fase, se trabajará con formas de producción con bajas emisiones de carbono. Hasta 2024 el objetivo es instalar al menos 6 GW de electrolizadores de hidrógeno renovable en la Unión Europea. Lo que se traducirá en la producción de un millón de toneladas de hidrógeno renovable.
Esta transición gradual requerirá un enfoque por fases:
De 2020 a 2024 apoyaremos la instalación de al menos seis gigavatios de electrolizadores de hidrógeno renovable en la UE y la producción de hasta un millón de toneladas de hidrógeno renovable.
Entre 2025 a 2030, es preciso que el hidrógeno se convierta en una parte intrínseca de nuestro sistema energético integrado, con al menos cuarenta gigavatios de electrolizadores de hidrógeno renovable y la producción de hasta diez millones de toneladas de hidrógeno renovable en la UE.
Desde 2030 a 2050, se espera que las tecnologías del hidrógeno renovable alcancen la madurez y se desplieguen a gran escala en todos los sectores de difícil descarbonización
El programa marco Horizonte Europa a través de la creación de la Asociación para un Hidrógeno Limpio apoyará la investigación y el desarrollo de tecnologías y su aplicación al mercado.
El Fondo de Innovación del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea facilitará el efecto demostración de tecnologías innovadoras basadas en el hidrógeno.
La Comisión Europea a través de instrumentos financieros dirigidos a los Estados miembros apoyará la innovación en este campo con proyectos demostración dentro de programas como InnovFin e InvestEu, el Fondo Europeo de Desarrollo Regional o iniciativas como la Asociación de los Valles de Hidrógeno
El objetivo final del Pacto Verde Europeo es conseguir la neutralidad climática antes de año 2050. Y aquí la energía limpia tiene mucho que decir. El actual modelo energético se basa en normas de mercado y cadenas de valor paralelas y verticales, es técnica y económicamente ineficiente. La solución es una integración del sistema energético: planificación y funcionamiento coordinados incluyendo múltiples vectores energéticos, infraestructuras y sectores de consumo.
La tormenta perfecta
El acuerdo de París y la Agenda 2030 de las Naciones Unidas marcan las grandes líneas estratégicas a seguir. Por otro lado, las tecnologías que se utilizan para producir energías renovables son hoy mas eficientes y tienen un menor coste económico en su producción. Además se ha generado una rápida innovación en todos los procesos asociados a la producción y aplicación de estas energías así como en su integración dentro del mercado.
El Pacto Verde Europeo impulsa desde su estrategia nuevas inversiones. Fomentará la creación de nuevos puestos de trabajo. El crecimiento económico y el liderazgo industrial de la UE. El establecimiento de unas finanzas sostenibles orientadas a la inversión en estas actividades.
La crisis del COVID 19 ha tenido respuesta por parte de la Comisión Europea a través del Plan de Recuperación Económica. Uno de sus principales ámbitos de acción es el de integrar el sistema energético para invertir en tecnología, y aumentar la resiliencia de todos los sectores económicos.
La ciudadanía demanda reducir los costes de la energía, y esa reducción de la factura energética pasa por una transformación de todo el sistema.
Un trabajo de fondo
En 2018 se adoptaron medidas para una energía limpia que a pesar de sus avances, ha seguido contando con obstáculos que demandan una actuación política más sólida.La actual estrategia es mucho más ambiciosa.
Se apoya en medidas políticas y legislativas. Propone una transición energética y con ella una transición a una economía climáticamente neutra. Habla también de seguridad energética, protección de la salud y del medio ambiente. Fomentará el crecimiento y la innovación así como el liderazgo industrial de la UE.
Cuenta con el apoyo de la estrategia del hidrógeno para una Europa climáticamente neutra. Finalmente, se integra en los objetivos marcados por el Pacto Verde Europeo y en los del Plan de Recuperación Económica.
Defíne integración del sistema energético
La integración del sistema energético se refiere a la planificación y funcionamiento del sistema energético «en su conjunto», incluyendo múltiples vectores energéticos, infraestructuras y sectores de consumo, creando vínculos más sólidos entre ellos con el objetivo de ofrecer servicios energéticos con bajas emisiones de carbono, fiables y eficientes en el uso de los recursos, con el menor coste posible para la sociedad. Comprende tres conceptos complementarios que se refuerzan mutuamente.
Un sistema energético más circular
Que busque la eficiencia energética, teniendo en cuenta la reutilización de residuos, de calor residual de procesos industriales, los biorresiduos, y la sinergia entre distintos sectores.
Construir un sistema energético más circular: Facilitar la reutilización del calor residual procedente de instalaciones industriales y centros de datos, mediante requisitos reforzados para la conexión a las redes urbanas de calefacción, la contabilidad del rendimiento energético y los marcos contractuales, como parte de la revisión de la Directiva sobre energías renovables y de la Directiva sobre la eficiencia energética (junio de 2021).
Incentivar la movilización de residuos y desechos biológicos procedentes de los sectores de la agricultura, la alimentación y la silvicultura y apoyar el desarrollo de capacidades para las comunidades de energía en las zonas rurales a través de la nueva política agrícola común, los fondos estructurales y el nuevo programa LIFE (a partir de 2021).
Mayor uso de electricidad
Ante el descenso de los costes de producción de electricidad procedente de fuentes renovables, como la electricidad renovable marina, se propone aumentar la demanda de energía eléctrica en procesos industriales, transporte y hogares. Tanto en calefacción como en refrigeración. Electrificación de los procesos de calor de baja temperatura en los sectores industriales. Normas de emisiones para vehículos. Esta creciente demanda aumentará la neutralidad climática. Se establecerán objetivos mínimos de contratación pública verde mediante la Directiva sobre energías renovables y con el apoyo a la creación de capacidades a través del programa LIFE.
Apoyar el despliegue de un millón de puntos de recarga de aquí a 2025, utilizando la financiación de la UE disponible, incluido el Fondo de Cohesión, InvestEU y la financiación del Mecanismo «Conectar Europa».
Revisar la Directiva sobre la infraestructura para los combustibles alternativos
Acelerar el uso de vehículos eléctricos, reforzar los requisitos de interoperabilidad y el uso transfronterizo de la infraestructura de recarga y la integración eficiente de los vehículos eléctricos en el sistema eléctrico (de aquí a 2021).
Adoptar los requisitos correspondientes para la infraestructura de recarga y repostaje en la revisión del Reglamento relativo a la red transeuropea de transporte (RTE-T) (de aquí a 2021) y explorar mayores sinergias mediante la revisión del Reglamento RTE-E con vistas a un posible apoyo, relacionado con la red de energía, a la recarga de alta capacidad transfronteriza, así como, posiblemente, a la infraestructura de repostaje de hidrógeno (de aquí a 2020).
Desarrollar un código de red sobre la flexibilidad de la demanda para liberar el potencial de los vehículos eléctricos, las bombas de calor y otros consumos de electricidad para contribuir a la flexibilidad del sistema energético (comienzo a finales de 2021).
Combustibles renovables y de baja emisión de carbono
Incluyendo el hidrógeno renovable y la producción de fertilizantes a partir de este. Reutilizando gases y líquidos procedentes de biomasa. Aprovechando sinergias entre sectores como puede ser electricidad y gas. El transporte en vehículos pesados, la aviación el transporte marítimo o el ferrocarril serían sectores clave en este sentido. Adoptar medidas que apoyen este tipo de combustibles influyendo su certificación. Financiando proyectos emblemáticos.
Demostrar y ampliar la captura de carbono para su uso en la producción de combustibles sintéticos, posiblemente a través del Fondo de Innovación (a partir de 2021). Elaborar un marco regulador para la certificación de la eliminación de carbono, basado en una contabilidad de carbono sólida y transparente, para supervisar y verificar la autenticidad de las eliminaciones de carbono (de aquí a 2023).
Tener en cuenta el consumo
La ciudadanía ha de desempeñar un papel activo en el suministro de energía. La creación de un sistema multidireccional, descentralizado en la producción. Y horizontal, con producción e intercambio de energía desde unidades de consumo, compartiendo recursos en forma de comunidades energéticas.
En muchos Estados miembros los impuestos y gravámenes encarecen la electricidad e incluso sistemas de apoyo a energías renovables. Por ello la Comisión Europea revisará la Directiva sobre fiscalidad de la energía. Adaptará el marco legislativo del gas descarbonizado y revisará las ayudas estatales a la descarbonización.
Es necesaria también una información clara y accesible de cara a la ciudadanía para así apoyar el cambio en hábitos de consumo de energía, conocer mejor sus derechos y el impacto ambiental de sus decisiones.
En el contexto del Pacto sobre el Clima, poner en marcha una campaña de información al consumidor sobre los derechos de los consumidores de energía (de aquí a 2021). Mejorar la información a los clientes sobre la sostenibilidad de los productos industriales (en particular, el acero, el cemento y los productos químicos) como parte de la iniciativa sobre política de productos sostenibles y, en su caso, mediante propuestas legislativas complementarias (de aquí a 2022).
Infraestructura energética integrada
A escala europea y local aprovechando la red ya existente y creando nuevas infraestructuras. Promoviendo nuevos sistemas de calefacción urbana a baja temperatura conectada con fuentes renovables y de residuos, de la red eléctrica y de gas renovable. Adaptar y crear infraestructuras para almacenamiento y transporte del hidrógeno puro.
Digitalización y sistema energético
Que aumente la competitividad del mercado y ofrezca servicios energéticos digitales. Se desarrollará un código de ciberseguridad en el ámbito de la electricidad.
Publicar una nueva perspectiva de la investigación y la innovación en energías limpias orientadas a los resultados de la UE, a fin de garantizar que la investigación y la innovación apoyen la integración del sistema energético (antes de que finalice 2020).
Con el título: Estrategia de la granja a la mesa. Para un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente, la Comisión Europea publicó en mayo de 2020 esta comunicación dentro de los objetivos esenciales del Pacto Verde Europeo.
De la granja a la mesa
Es hablar del impacto positivo o neutro que el sistema alimentario debe tener en el medio ambiente. Es decir, la producción de alimentos, su transporte y distribución, la comercailización y el propio consumo. Todos estos elementos de la cadena de valor de la alimentación y cada uno de ellos por separado, deben preervar los recursos, mitigar y adaptarse al cambio climático en sus procesos, proteger el suelo, el agua, el aire, la sanidad vegetal y la salud y el bienesrtar de las especies animales y revertir la pérdida de biodiversidad.
Todas las personas deben tener acceso a alimentos nutritivos, sostenibles y en cantidad suficiente. Los alimentos sostenibles deben ser además los alimentos mas asequibles, promoviendo un comercio justo. La transición hacia la sostenibilidad del sistema alimentario en 2023, cambiará el tejido económico de muchas regiones de la UE, especialmente de las zonas con baja densidad de población.
¿Cómo garantizar una producción sostenible de alimentos?
Es necesario transformar los métodos de producción, mediante la aplicación de soluciones tecnológicas, digitales y ambientales. Se pueden conseguir mejores resultados, respetar el medio ambiente, y aumentar la resiliencia al cambio climático. Se puede reducir el uso de insumos como plaguicidas o fertilizantes.
La descarbonización de la cadena alimentaria con sistemas de certificación de la absorción de carbono en agricultura y silvicultura. Estos serán de aplicación en las explotaciones y estará en relación directa con el sistema de pagos de la Política Agraria Común PAC.
Se aplicarán los principios de la economía circular a las explotaciones agrícolas: biofertilizantes, bioenergía, etc. Y una producción sostenible de pescado y otros alimentos marinos.
Será exigida una reducción del uso de plaguicidas químicos y el exceso de nutrientes, para disminuir la contaminación del suelo, del agua y del aire y la pérdida de biodiversidad. La Comisión plantea una reducción del 50% en 2030.
Se establecerán medidas de seguridad y diversidad de semillas, con variedades adaptadas al cambio climático, garantizando un acceso mas fácil al mercado para variedades tradicionales y adaptadas localmente.
El fomento de la agricultura ecológica, mejorará la biodiversidad y creará empleo. El objetivo se fija en conseguir en 2030 que el 25% de las tierras agrícolas sean de agricultura ecológica.
Los nuevos «regímenes ecológicos» ofrecerán una importante fuente de financiación para impulsar las prácticas sostenibles, como la agricultura de precisión, la agroecología (incluida la agricultura ecológica), la captura de carbono en suelos agrícolas y la agrosilvicultura.
¿Cómo garantizar la seguridad alimentaria?
El cambio climático y la pérdida de biodiversidad suponen amenazas para la seguridad alimentaria. Distintas crisis, como la del COVID19, afectan a la cadena de valor alimentaria: productores, transportistas, comerciantes, etc. Y provocan cambios en las pautas de consumo. La Comisión Europea elaborará un plan de contingencia para garantizar el suministro de alimentos y la seguridad alimentaria en tiempos de crisis.
La transformación de alimentos, el comercio, la hostelería y los servicios alimentarios deberán cumplir objetivos de sostenibilidad, reducir la huella medioambiental, especialmente en el envasado de alimentos y colaborar en opciones de alimentación saludable.
La Comisión Europea trabajará en un modelo de código de conducta y en la mejora del marco de gobernanza empresarial así como en modelos de negocios circulares en la transformación de alimentos y el comercio minorista. Revisará las normas de comercialización reforzando el marco legislativo de indicaciones geográficas y los sistemas alimentarios locales y regionales creando cadenas de suministro más cortas.
¿Cómo promover el consumo sostenible de alimentos?
Las prácticas de consumo de alimentos han de ser más sostenibles y saludables y controlar en mayor medida el desperdicio de alimentos. Para ello es necesario habilitar a los consumidores para que opten por alimentos saludables y sostenibles. Pero también conseguir etiquetados mas completos, buscando métodos para armonizar las declaraciones ecológicas voluntarias. Animar a los consumidores a elegir dietas sostenibles y su inclusión en comedores escolares.
¿Como reducir la pérdida y desperdicio de alimentos?
La Comisión trabaja en una nueva metodología para medir el desperdicio de alimentos con datos que los Estados miembros presentarán en 2022, tras lo que propondrá objetivos jurídicamente vinculantes.
Revisará normas como la indicación de fechas de consumo, cuantificará los niveles de desperdicio e investigará las perdidas en fases de producción y su prevención.
Promover la transición global
El paso a sistemas agroalimentarios sostenibles estará unido a los Objetivos de Desarrollo del Milenio ODS. Para conseguir esta transición global, la Unión Europea buscará alianzas verdes con socios externos mediante la política exterior, de cooperación y de comercio internacional.
El Pacto Verde Europeo es una oportunidad para conciliar nuestro sistema alimentario con las necesidades del planeta y para responder positivamente a las aspiraciones de los europeos en relación con una alimentación saludable, equitativa y respetuosa con el medio ambiente
Una estrategia europea sobre la biodiversidad: que la naturaleza recupere la salud contra el cambio climático y poder defender nuestro bienestar. Necesitamos que la naturaleza esté presente en nuestras vidas. La estrategia pretende proteger y recuperar la biodiversidad y el buen funcionamiento de los ecosistemas. Esto mejorará la resiliencia. La recuperación económica tras el COVID-19 debe evitar viejos hábitos perjudiciales, incluyendo un uso sostenible. Más de la mitad del PIB mundial depende de la naturaleza en cuanto a materias primas, El Pacto Verde guiará esta recuperación para que la naturaleza esté presente también en los objetivos económicos de la Unión Europea.
Ursula von der Leyen
Parecen términos que no competen mas que a personas especializadas en medio ambiente, en geografía, biología etc. Pero en este párrafo llama nuestra atención que aparecen relacionados directamente con dos conceptos muy presentes en el discurso actual: resiliencia y recuperación económica.
Para la Real Academia de la Lengua, el término biodiversidad se refiere a la variedad de especies animales vegetales en su medio ambiente.
La Comisión Europea, en su documento de estrategia sobre la biodiversidad utiliza la definición de Naciones Unidas para precisar que diversidad biológica o biodiversidad es: la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies, y de los ecosistemas.
La FAO aporta al documento de estrategia de la Comisión el concepto de biodiversidad en alimentación y agricultura, incluido en el anterior como: el componente de la biodiversidad que, de una manera o de otra, contribuye a la producción agrícola y alimentaria.
Incluye las plantas cultivadas y los animales domesticados en sistemas agrícolas, ganaderos, forestales y de acuicultura, las especies forestales y acuáticas obtenidas, los parientes silvestres de especies domesticadas, otras especies silvestres recolectadas para la obtención de alimentos y otros productos.
Y lo que se conoce como “biodiversidad asociada”, esto es, la amplia gama de organismos que viven en los sistemas de producción alimentarios y agrícolas, y alrededor de ellos, manteniéndolos y contribuyendo a la producción de los mismos. El término agricultura incluye los sistemas de producción agrícolas, ganaderos, forestales, pesqueros y de acuicultura.
Ecosistema
La RAE lo define como: comunidad de los seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan entre sí y se desarrollan en función de los factores físicos de un mismo ambiente .
Se entiende un complejo dinámico de comunidades vegetales, animales y de microorganismos y su medio no viviente, que interactúan como una unidad funcional.
Estrategia sobre Biodiversidad de la Unión Europea
La pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas son algunas de las mayores amenazas de la próxima década: reducción de las cosechas, y de la pesca; aumento de inundaciones y de la incidencia de esta y otras catástrofes naturales, perdida de materias primas y fuentes de medicamentos.
La estrategia europea sigue los objetivos marcados por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los del Acuerdo de París en torno al Cambio Climático.
Entre los objetivos de la Comisión, destacar:
Espacios protegidos
Ampliar las zonas protegidas: la creación de la Red Transeuropea de Espacios Naturales busca el 30% del suelo de Europa y el 30% de los mares de Europa. Incluyendo espacios de alto valor en cuanto a biodiversidad y con mayor riesgo ante el cambio climático. Una protección estricta será aplicable a los bosques primarios y maduros de la UE. Incluyendo turberas, pastizales y manglares, praderas de fanerógamas marinas.
El suelo es un recurso no renovable. Su degradación es causa de importantes cambios económicos y ambientales. La ordenación del territorio, la deforestación, pastoreo excesivo, agricultura insostenible, la construcción y las prácticas de sellado de suelo…
La nueva PAC incluye prácticas sostenibles de gestión del suelo. La rehabilitación de solares contaminados; la recuperación de suelo y su protección, son algunas de las iniciativas a tener en cuenta.La regeneración de suelos es una línea de trabajo fundamental.
El apoyo de la Red Natura 2000 o de estrategias nacionales de protección, serán el marco que fije los objetivos de estos espacios protegidos. Los Estados miembros asumirá los objetivos de la UE dentro de sus regiones biogeográficas, cuencas marinas o recursos locales. Con especial atención a los ecosistemas marinos y terrestres tropicales y subtropicales en las regiones ultraperiféricas de la UE, que como las Islas Canarias en el caso de España, tienen un gran valor.
Creación de corredores ecológicos que den soporte a una Red Transeuropea de Espacios Naturales
Agricultura
La biodiversidad permite producir alimentos seguros, sostenibles, nutritivos y asequibles. Las personas dedicadas a la agricultura son en muchas comunidades, un pilar social y económico ante la despoblación.
Existen prácticas agrarias que provocan una merma de diversidad y que han de transformar su forma de producir en prácticas sostenibles, mejorando los agrosistemas. La estrategia “De la Granja a la Mesa” y la nueva Política Agraria Común actuarán conjuntamente en este sentido: una producción mas ecológica y un sistema de pago de la PAC basada en los resultados.
Se tiene en cuenta también la seguridad alimentaria y mejora de la renta en el caso de la producción agrícola; prácticas sostenibles (agricultura de precisión, agricultura ecológica, agroecología, agrosilvicultura, pastos permanentes poco intensivos, normas de bienestar de los animales. El 10% de la superficie agraria ha de estar ocupada por elementos paisajísticos de gran diversidad: franjas de protección, setos, árboles no productivos, muros de terraza, estanques…
La agroecología y la agricultura ecológica en particular proporcionan alimentos saludables, aumento de la fertilidad del suelo y promueve y atrae a jóvenes agricultores. El 25% de las tierras agrícolas de la UE debe dedicarse a la agricultura ecológica de aquí a 2030. Para la OECDLa creciente demanda de alimentos por la población mundial debe de tener una resupuesta en términos de sostenibilidad, estabilidad y resliencia.
Las aves e insectos de hábitats agrícolas, especialmente polinizadores, son clave en la medición de la salud ambiental de un agrosistema y vitales para la producción y la salud de los alimentos. El 70% de los cultivos de alimentos dependen de la polinización. Sin embargo están disminuyendo de forma alarmante.
Restaurar en toda Europa los ecosistemas marinos y terrestres degradados, extendiendo la agricultura ecológica, protegiendo en las tierras dedicadas a agricultura y ganadería aquellos elementos paisajísticos ricos en biodiversidad. Reducir el uso de plaguicidas químicos en un 50% hasta 2030 y otro 50% el uso de plaguicidas más peligrosos antes de final de 2021. Restablecer al menos 25.000 kilómetros de ríos en la UE. Plantar 3 millones de árboles para 2030.
Resiliencia
Dejamos para el final este concepto. Ha pasado de ser conocida como la capacidad de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos, tal y como lo define la RAE, a tratarse de una idea mas amplia.
Un concepto trasladable al mercado único y al futuro de la propia Unión europea. Sobreponerse a la crisis producida por el COVID19, hace de la resiliencia una prioridad europea destacada por el Parlamento Europeo por su: carácter multidimensional de la resiliencia (humano, económico, medioambiental, político, social y en materia de seguridad), convertido en un concepto importante en la política exterior y de seguridad de la Unión, la cooperación al desarrollo y la ayuda humanitaria.
Impulsar el uso eficiente de recursos mediante el paso a una económía limpia y circular, restaurar la biodiversidad y reducir la contaminación
Planteando una transición justa e inclusiva con el objetivo de conseguir que la Unión Europea sea climáticamente neutra en 2050 y con una reducción del 55% de las emisiones antes del 2030
Actuaciones dentro del Pacto Verde Europeo
Los ámbitos de actuación abarcan desde el fortalecimiento de la biodiversidad; la defensa de una agricultura y una cadena alimentaria sostenibles, respetuosas con el paisaje y la cultura rural; el trabajo por una energía limpia; convertir la industria europea en una industria sostenible y respetuosa con el medio ambiente; conseguir un sector de la construcción sostenible, reducir los efectos contaminantes de los transportes, etc.
#EUGreenDeal se convierte en la estrategia de crecimiento de la UE y abre un espectro de actuaciones que, a simple vista, afectan a muchos sectores económicos, a propuestas políticas y a compromisos sociales. Se trata de un espectro de objetivos que cambiarán muchos comportamientos y darán pie a la creación de una mayor conciencia ambiental.
Una hoja de ruta acompañada de legislación o recomendaciones. Entre las ya aprobadas, destacar: el nuevo plan de acción en economía circular; la ley del clima; biodiversidad; de la granja a la mesa; estrategia industrial europea; estrategia sobre productos químicos, etc.
Cabe destacar que la crisis sanitaria, social y económica producida por el COVID19, ha impactado de manera disruptiva en el Pacto Verde Europeo. La reacción de la Comisión Europea ha sido defender el Pacto y reforzarlo para convertirlo en eje central del plan de recuperación y resiliencia propuesto por la Comisión para la salida de la crisis. Y por tanto en su prioridad dentro del programa de trabajo para 2021.
Estrategia para 2021
En septiembre de 2020 la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen presentó en el debate sobre el estado de la Unión #SOTEU2020 las medidas concretas para este año que comienza.
En su discurso la presidenta anunció medidas concretas como:
Objetivo de reducción de emisiones en 2030 alcanzaría un 55%
Antes del verano de 2021 la Comisión revisará toda la legisltación europea en materia de clima y energía
El 30% del presupuesto del nuevo programa #NextGenerationEU, unos 750.000 millones de euros, se recaudarán mediante bonos verdes.
El 37% de los fondos europeos se invertirán en objetivos de #EUGreenDeal que incluyan proyectos faro: hidrógeno, edificación ecológica, etc.
Creación de una nueva Bauhaus europea desde la que profesionales de arquitectura, ingeniería, diseño etc. trabajen para convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro.
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