En abril de 2018 la Unión Europea, en concreto la Dirección General Connect (Redes de comunicación, contenido y tecnologías) publicó los resultados de una consulta pública sobre la circulación de fake-news y de desinformación a través de medios online. la circulación de fake-news y de desinformación a través de medios online. 

La consulta se realizó entre noviembre de 2017 y febrero de 2018. Su objetivo: entender qué mecanismos pueden ser mas efectivos a la hora de evitar o detener este tipo de noticias. En ella participaron 2.784 ciudadanos y 202 periodistas y organismos legales.  En cuanto a países participantes, destacar principalmente, Belgica, Francia, Reino Unido, Italia y España seguidos de Lituania, Eslovaquia y Rumanía 

No es fácil definir y comprender la forma en la que “trabajan” estas informaciones falsas en medios online. Tampoco lo es buscar como mejorar la calidad de la información en este sentido o prevenir y frenar la circulación de fake news  y desinformación en redes sociales y en la web. 

Un elemento crítico está en conseguir hacer compatible el frenar las noticias falsas antes de su difusión.  Pero con la cautela necesaria para no ir con ello en contra de derechos fundamentales como la libertad de expresión. Y buscando un equilibrio entre frenar noticas falsas y caer en la censura. Este peligro debe ser contrarrestado respetando el hecho de que, ante la duda, primará antes la libertad de exponer un hecho mal contextualizado que su prohibición.  

Y este deseo de respetar a priori las libertades relacionadas con la comunicación, hace que se complique la vía de actuación a través de una normativa legislativa al respecto porque ¿dónde está o dónde puede estar el límite?, y ¿bajo qué puntos de vista o situaciones, contextos, etc.? 

Quizá por ello en las respuestas de los ciudadanos a la encuesta, estos prefieren hablar de buscar mas bien un sistema o modelo multiparticipativo, multidimensional y autorregulado, mas que de un modelo único o punitivo. 

Otro elemento a tener en cuenta es la implicación de las plataformas de redes sociales y los grandes operadores, en el proceso de atajar las fake news. Ya hay muchos casos de cierre unilateral de cuentas, como por ejemplo se ha producido en las últimas convocatorias electorales. O como se está produciendo durante este mes de marzo de 2020 con la crisis sanitaria del Coronavirus. En esta ocasión tanto Facebook como otras plataformas han tenido una dura respuesta ante cuentas de usuarios y mensajes que estaban claramente enfocados a crear noticias falsas. 

¿Reconocen los ciudadanos las fake news y la desinformación?

Los datos que expresa la encuesta son claros: el 37,6% de las respuestas de ciudadanos preguntados indican que diariamente se encuentran con fake news o desinformación. Mientras que un 31,8% manifiesta encontrar en sus redes fake news  cada semana.

Esto significa que continuamente hay una clara exposición a la desinformación. Continuamente se está obligando a cada ciudadano en cada red social a valorar, validar y difundir a su vez… noticias que se reciben y que podrían ser falsas.   

¿Cómo evitar la desinformación y las fake news?

Esta consulta es interesante desde dos puntos de vista: la percepción mediática y la libertad individual. Ambos como problema y como solución. Sin duda, el objetivo de la encuesta no ha hecho referencias a amenazas externas ni híbridas, tema que sí es tratado por el Servicio Europeo de Acción Exterior. En este caso, la encuesta solo hace referencia a la sociedad de la información y a una opinión pública de calidad, algo muy importante para una democracia.  

De nuevo recordando que sin perder la referencia a la libertad individual y los derechos fundamentales como parte de la solución al problema. Porque la lucha contra la desinformación no puede implicar ni censura previa ni bloquear la libertad de expresión. Y, ante la duda primará la libertad de expresión, exponiendo un hecho mal contextualizado, que su prohibición, como se ha indicado anteriormente. 

El tiempo de las fake news 

Hay un denominador común a todas las fake news y desinformación: una vez que una noticia falsa es difundida, los esfuerzos para combatirla resultan casis siempre inútiles o son tan complejos que ofrecen respuestas que contrastan los datos falsos de manera poco eficaz o llegan tarde, cuando ya se ha tomado como verdad entre millones de usuarios de redes sociales.    

Sin duda la Inteligencia Artificial y las block-chain consiguen prevenir que los bots aumenten la velocidad de propagación. Pero también surge con su uso un temor: ¿podrían ser programadas en contra de la libertad de expresión? 

La alfabetización como recurso contra la desinformación

Este es otro de los temas que surgió en los resultados de la encuesta: ¿por qué no potenciar la alfabetización informacional y la alfabetización mediática? 

Lo mas lógico es que las audiencias sepan manejar los medios de comunicación. Que sepan desplegar su capacidad crítica. Que puedan discernir entre noticias verdaderas y falsas valiéndose de su propio criterio. 

Los ciudadanos de todas las edades y profesiones debían tener esta base pedagógica: conocer cómo trabajan los medios de comunicación, los periodistas… pero también conocer mejor las redes sociales como medio.  La alfabetización  generaría sin duda un fortalecimiento y un mayor pluralismo de la opinión pública.  

De hecho, la encuesta muestra cómo la mayoría de organizaciones y de periodistas (74%) creen que el público no está suficientemente preparado para chequear la veracidad de las noticias, para comparar y comprobar distintas fuentes, etc. 

Por otro lado, los ciudadanos (70%) piensan que las plataformas de redes sociales no están haciendo lo suficiente para ayudar a sus usurarios a chequear los contenidos publicados antes de compartirlos. 

En lo que sí aparecen de acuerdo organizaciones y periodistas es en que todavía se puede hacer mucho mas para evitar la difusión de desinformación. 

¿Cómo disminuir la difusión y el impacto de las fake news y la desinformación?

Para organizaciones y periodistas  que han participado en la encuesta, el cambio pasa por varios aspectos:  

  • Alfabetización informacional 
  • Sensibilización ante los perjuicios que causan 
  • Autorregulación de los medios 

La autorregulación de los medios

A través del estudio derivado de la encuesta, se propone a modo de un “libro de estilo” en contra de la desinformación, con un enfoque holístico y multidimensional. Esta autorregulación desarrollaría un ecosistema de información mas eficaz, menos burocratizado y complejo.  

Otra propuesta que surge de este trabajo es la creación de un observatorio independiente que pueda investigar cómo se construyen estas fake news, como son difundidas y qué tipo de narrativas utilizan. 

De hecho, desde distintos niveles, ya existen equipos de verificación de noticias. Por tanto, estos podrían elaborar índices de credibilidad (kite marking) que incluyan un ranking de confianza. Una especie de código de buenas prácticas periodísticas en materia de veracidad de la información. Una marca de confianza que atraería a lectores/buscadores hacia esos canales. Al estilo de lo que ya se hace en publicidad: huyendo de asociaciones con ciertas páginas o contenidos web que no son legales o que siéndolo, son perjudiciales. 

El papel de lo individual ante la desinformación

Para los ciudadanos encuestadoslo más lógico a tener en cuenta desde el punto de vista de cómo actuar en los medios sociales frente a estos temas está en la autorregulación. 

Cuando hablan qué les ayudaría como usuarios de información, ponen el acento en: 

  • Alfabetización en medios de comunicación 
  • Sensibilización ante los perjuicios que causan 
  • Verificación de los hechos. 

Si se trata de ser mas rápido que una fake… 

Sí, se trata de ser mas rápido que una fake new. Y el primer paso es la sensibilización y puede que el mas sencillo de dar, puesto que ya existe un alto nivel de sensibilización en la sociedad, en cuanto al peligro real, la confusión y el cansancio que producen estas cadenas interminables de fakes. 

La alfabetización informacional y mediática también es muy importante: saber leer en los medios. Desde comprender lo que es una línea editorial, el objetivo de cada una de las redes sociales, las fuentes oficiales, la calidad contrastada de los medios de comunicación, los lenguajes y narrativas periodísticas, etc… 

Pero lo más rápido de todo sin duda es saber que finalmente la decisión de compartir y con ello difundir a velocidad exponencial. O por el contrario la decisión de no compartir y frenar una fake está en tu mano. Nunca mejor dicho. 

Tanto las organizaciones y los periodistas encuestados como los ciudadanos manifiestan en la encuesta la necesidad de verificar una noticia (fact-checking), antes de difundirla.  

Logo The click power

Este parece un punto común a destacar. Un buen punto de partida para la lucha contra la desinformación. 

Si dudas, no compartas. Si no conoces bien la fuente, no puedes contrastar los datos, no te fías del mensaje… simplemente no hagas click, no formes parte de la cadena de una fake news, no contribuyas a la desinformación. 

Por eso te animamos: contra las fake news activa el click power.