Comunicación y colaboración: primer objeto de las competencias digitales
Recientemente hablábamos de la Información como una competencia digital clave, además de la Seguridad. Dando un paso más llegamos al objeto en el que desembocan y para la que sirven estas competencias: la comunicación y colaboración digitales. En estas acciones se manifiesta más claramente la actividad que da sentido al entorno digital y en la que se aporta más valor añadido, que no es otra que la de expresarse, interactuar e intercambiar conocimiento.
Aunque, en el fondo, no se trata de otra cuestión que trasladar a un entorno digital lo aprendido en un entorno físico, esta no deja de ser una competencia con características específicas, y por lo tanto, requiere de una definición, y un aprendizaje para ser asimilada. En esencia puede definirse como el conjunto de conocimientos y habilidades necesarias para comunicarse a través de herramientas digitales.
El valor de la información y alfabetización digital
Las siguientes competencias necesarias para desenvolverse en el mundo digital se refieren a la información y todo lo relacionado con su búsqueda, clasificación y almacenamiento. Es decir, se trata de adquirir o contar con los conocimientos y habilidades necesarias para encontrar información adecuada a las propias necesidades, almacenarla y organizarla para usarla en beneficio propio, o de una organización.
¿A qué nos referimos al hablar de competencias digitales?
Como decíamos en un post anterior al hablar de competencias, una competencia consta de “una serie de conocimientos, habilidades, actitudes y aptitudes (incluyendo valores) que permitan desempeñar tareas no solo en un contexto dado, sino que pueden ser portables a otros contextos, ya sean similares o no. Las competencias han de dotar a los titulados superiores de capacidades y herramientas, que les permitan enfrentar demandas complejas y otras nuevas” encaminadas a tener un “papel transformador en el entorno”. (Escrich Gallardo, 2015)
En ese sentido, como ya apuntábamos, la Recomendación del Parlamento Europeo y del Consejo para la creación del Marco Europeo de Cualificaciones para el aprendizaje permanente define competencia como: demostrada capacidad para utilizar conocimientos, destrezas y habilidades personales, sociales y metodológicas, en situaciones de trabajo o estudio y en el desarrollo profesional y personal. Finalmente, en el Marco Europeo de Cualificaciones, la competencia se describe en términos de responsabilidad y autonomía y establece ocho competencias clave:
Las competencias profesionales, hacia las Smart Digital Skills
En un post anterior, explicábamos qué se entiende por competencias, de cara a ahondar en los objetivos de Smart Digital Skills, proyecto que nos ocupa hasta finales de marzo, financiado por la Dirección General de Asuntos Europeos y Cooperación con el Estado de la Comunidad de Madrid, a través de la REIMAD . En el mismo, apuntábamos ya lo que son competencias profesionales, es decir, la aplicación del concepto de competencias al ámbito laboral.
El término “competencias profesionales” ha tenido definiciones más o menos complejas a lo largo de los años ya sea por parte de autores personales como por parte de organizaciones internacionales. Pero casi siempre con un fondo común relacionado con las ideas de capacidad, habilidad y actitud para desempeñarse laboralmente.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de competencias?
Durante varias semanas y desde enero, estaremos inmersos en la divulgación de la importancia de adquirir Competencias Digitales, objetivo principal de Smart Digital Skills, El proyecto Smart Digital Skills está financiado por la Dirección General de Asuntos Europeos y Cooperación con el Estado de la Comunidad de Madrid, a través de la REIMAD . Pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de competencias? ¿Es lo mismo que capacidades o habilidades?