Durante varias semanas y desde enero, estaremos inmersos en la divulgación de la importancia de adquirir Competencias Digitales, objetivo principal de Smart Digital Skills, El proyecto Smart Digital Skills está financiado por la Dirección General de Asuntos Europeos y Cooperación con el Estado de la Comunidad de Madrid, a través de la REIMAD . Pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de competencias? ¿Es lo mismo que capacidades o habilidades?
Competencias
Existe todo un árbol de terminología a veces compleja de entender; dependiendo del ámbito de aplicación (geográfico o en cuanto a disciplina) puede variar la percepción o significado que se les otorgue. Es el caso de la palabra competencia. De manera sucinta, describe una capacidad demostrada, vinculada a un desempeño académico o profesional. Capacidad quiere significar en este contexto, aquello que una persona sabe, comprende y es capaz de hacer. Habilidad, se refiere al potencial para adquirir conocimientos y capacidades.
Una competencia consta de “una serie de conocimientos, habilidades, actitudes y aptitudes (incluyendo valores) que permitan desempeñar tareas no solo en un contexto dado, sino que pueden ser portables a otros contextos, ya sean similares o no. Las competencias han de dotar a los titulados superiores de capacidades y herramientas, que les permitan enfrentar demandas complejas y otras nuevas” encaminadas a tener un “papel transformador en el entorno”. (Escrich Gallardo, 2015)
Capacidades
En cuanto a las capacidades “hacen referencia a las oportunidades reales que una persona tiene para tomar decisiones informadas” (Escrich Gallardo, 2015) es decir, “ser capaz de”. Este es un concepto que surge de la terminología utilizada por Amartya Sen, premio Nobel de Economía en 1998, refiriéndose a la calidad de vida, desde un punto de vista del desarrollo humano. Para Sen las capacidades son un indicador comparativo que tiene como objetivo reorientar el debate sobre desarrollo humano (evaluación de la calidad de vida y teorización sobre la justicia social básica).
Otros autores han partido de esta idea provocando un salto de “capacidades” hasta llevarlo al centro mismo de la educación. Por ejemplo la filósofa norteamericana Martha Nussbaum, se pregunta: ¿qué son las capacidades?, son la respuesta a la pregunta ¿qué es capaz de hacer y de ser esta persona? No son solo se forman con las habilidades personales sino también con las libertades o las oportunidades creadas por ese componente personal y el entorno (político, social y económico) de la persona (El enfoque de las capacidades de M. Nussbaum).
Clasificación
Otro aspecto a tener en cuenta es la clasificación de competencias. Dividiéndose estas en genéricas (Villa, 2007) que aglutinarían las competencias instrumentales, interpersonales y sistémicas, y las competencias específicas. Entre las primeras[1] se incluye el pensamiento analítico, crítico, reflexivo… la toma de decisiones y resolución de problemas, la planificación, la comunicación y las lenguas y el uso de las TIC y de bases de datos. Estas últimas son las que se incluyen entre las competencias digitales, que nos ocupan hoy.
Por supuesto, hay muchas más, como las interpersonales, la automotivación, diversidad e interculturalidad, adaptación al entorno, sentido ético, trabajo en equipo, tratamiento de conflictos y negociación. En las sistémicas, la creatividad, el espíritu emprendedor, la innovación la gestión de proyectos, la orientación al logro…
En el contexto europeo, la atención a las competencias digitales está muy vinculado a su aplicación al ámbito laboral, de forma que dote a las personas del valor añadido necesario para realizar tareas en un nuevo entorno, el digital, que lo impregna todo. De este modo, se alude a un tipo de competencia que aúna varias capacidades: las digitales, y las profesionales, a las que aludiremos en el próximo post…