En 2009, el Tratado de Lisboa impulsó a la Unión Europea a conseguir una serie de objetivos educativos para ser alcanzados en 2020. Los puntos clave fueron: disminuir la tasa de abandono escolar prematuro y aumentar el número de jóvenes con estudios superiores. Para ello, todos los países adheridos al acuerdo, y de forma individual, han adoptado una serie de medidas para alcanzar los porcentajes que la Unión Europea exige.
El
abandono escolar prematuro, que mide el porcentaje de personas que entre 18 y 24 años que no han seguido estudiando después de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), ha disminuido en dos centésimas, pasando de un 11.2
% en 2014 a un 11% en 2015.
En la mayoría de los países de la Unión Europea el porcentaje de mujeres que abandonó el Bachillerato o la Formación Profesional, fue menor que el de hombres.
Así mismo, hay 17 países que han alcanzado el objetivo propuesto por el Tratado de Lisboa (obtener una tasa inferior al 10%). Sin embargo, existe un total de 14 países cuya tasa de abandono escolar se ha incrementado desde 2014.
En cuanto a la educación terciaria, es decir, los estudios de grado superior o universitario, los nuevos datos muestran que la proporción de personas de entre 30 y 34 años con un título universitario, aumentó en 8 puntos decimales, pasando de un 37,9€ en 2014 a un 38,7% en 2015.
17 Estados miembros han alcanzado el objetivo establecido en la
Estrategia Europa 2020: aumentar el porcentaje de jóvenes con titulación universitaria hasta el 40%. Sin embargo, otros como Austria, Bélgica, Croacia, Luxemburgo y España han visto cómo su situación ha empeorado.
La
Comisión Europea a través de sus propuestas legislativas trabaja por los objetivos de educación y hace un seguimiento de logros en todos los Estados miembros.
La educación, pieza clave para el Consejo Europeo
MAMEN GARCÍA-ALAMÁN/MARÍA HAMMER
La Unión Europea desde sus inicios ha dado gran importancia a la educación ya que es considerada como clave para la integración y el correcto desarrollo de los Estados miembros.
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© European Union
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El
Consejo Europeo es una institución de la UE, dividida en 10 formaciones diferentes que tratan diferentes asuntos. El Consejo es el encargado de dar el visto bueno a las medidas que se proponen y a ofrecer recomendaciones a otras instituciones europeas.
Si bien, aunque los Estados miembros son los encargados de establecer las políticas educativas que consideren adecuadas, la función del
Consejo de Educación, Juventud, Cultura y Deporte es promover la cooperación entre los países de la UE con el fin de intercambiar y compartir experiencias de interés común.
Por ello, aunque no es el organismo encargado de poner los programas en marcha, sus decisiones tienen impacto en los ciudadanos de los Estados miembros. Así ocurre con proyectos como
Europa creativa y, especialmente,
Erasmus. El Consejo Europeo adoptó la renovación del programa Erasmus a finales de 2013 y desde 2014 está vigente la actualización
Erasmus+ Esta renovación supone un amumento de la inversión en 14.700 millones de euros que ya beneficia a más de 4 millones de personas y a 125.000 organizaciones, con el fin de modernizar la enseñanza y fomentar la innovación y el empleo.
El 9 de mayo de 2016, coincidiendo con el
Día de Europa, se publicó el segundo informe sobre el impacto del
programa Erasmus+ . Gracias a los esfuerzos del Consejo Europeo, la Comisión Europea y otros organismos, este programa ayuda a que los alumnos “móviles” (aquellos que van de intercambio) tengan un 50% más de posibilidades de encontrar un empleo al terminar el Grado que los estudiantes que no hayan participado en un Erasmus a lo largo de sus estudios universitarios.
Además,
Erasmus+ es un factor clave a la hora de ocupar
puestos de gestión en las organizaciones, alcanzando un 64% más de posibilidades habiendo participado en un intercambio Erasmus.
El programa es un gran promotor de la movilidad laboral una vez finalizada la carrera, logrando un registro de mudanzas de un 40% entre jóvenes que viajaron fuera del país al menos una vez tras completar su graduación. De estos, un 93% se plantea instalarse definitivamente en el extranjero. Los alumnos Erasmus tienen además el doble de posibilidades de cambiar de trabajo, frente a los no Erasmus.
La experiencia de convivencia en el extranjero hace que la visión de la Unión Europea como proyecto se fortalezca enormemente. De hecho, el 32% de los alumnos comparte su vida sentimental con una pareja de origen extranjero, casi el triple más de los normal entre los que nunca han viajado fuera de su país.
España es, de toda la Unión Europea el Estado que más alumnos Erasmus+ registra, seguido de Francia, Alemania e Italia. Sólo en el curso 2013-2014 la cifra alcanzó los 37.000 alumnos, más de el doble que Reino Unido. Las universidades que más alumnos recibieron durante este curso fueron: la Universidad de Granada, la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Politécnica de Cataluña, y la procedencia mayoritaria fue de Italia, Alemania, Francia, Reino Unido y Polonia.
La estrategia europea para la juventud
LETICIA PEÑA PRADOS/CARMEN LLAMAS DE LEÓN
Debido a la crisis económica que sufre la Unión Europea en los últimos años, se han fijado unos objetivos comunes entre los que se incluye la estrategia de la UE para la juventud, que ayuda a que haya más oportunidades para los jóvenes, con un enfoque de igualdad, y fomenta su participación en la educación, el mundo laboral y la sociedad.
Además del programa Erasmus+ o estrategias como la
Garantía Juvenil, las instituciones europeas han diseñado propuestas que mejoran las oportunidades de los jóvenes. Como ejemplo,
Europass un sistema de documentos que incluye el Curriculum Vitae europeo, el Pasaporte de las lenguas, Documento de movilidad, Suplemento Europass al Título/Certificado, Suplemento Europass al título superior y Pasaporte Europeo de Competencias. Todo ello sirve para poder expresar de la misma manera en cualquier país de la Unión Europea las competencias y cualificacions adquiridas a través de los estudios cursados.
En Europa hay dos procesos en marcha de mejora de los sistemas eductivos: el
Proceso de Copenhague, dirigido a la formación profesional, y el
Proceso de Bolonia, dirigido a educación superior o universitaria.
Oportunidades en instituciones Europeas
LUIS CARBALLO/HUGO SÁNCHEZ
Las instituciones europeas son conscientes de la importancia del paso del mundo educativo al mundo laboral. Las prácticas en empresas, el voluntariado etc… muchas veces juegan un papel esencial en la formación de un curriculum y en la mejora de oportunidades de trabajo.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ofrece cada año
un número de plazas limitadas para realizar prácticas remuneradas durante un
máximo de 5 meses. Hay dos períodos disponibles. Uno de ellos es comenzar el 1
de marzo y acabar el 31 de julio, pero requiere mandar el formulario de
solicitud antes del 30 de septiembre, seis meses antes. El segundo período de
prácticas es entre el 1 de octubre y el 28 de febrero, enviando el formulario
el 30 de abril como muy tarde. Los candidatos deben poseer un título
universitario en Derecho o Ciencias Políticas, o, para las prácticas en
Dirección de Interpretación, un título de intérprete de conferencias. También
es importante tener un nivel alto tanto de francés como de inglés. En este
último caso, el período de prácticas oscila entre las 10 y 12 semanas.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea nació en 1952
bajo el nombre de Comunidad Europea del Carbón Europeo (CECA), y ha ido
cambiando hasta que en 2009 pasó a su nombre actual. Cualquier órgano judicial
de la UE, al aplicar un acto jurídico puede dirigirse al Tribunal de Justicia
para formularle una duda sobre la validez o la correcta interpretación del
mismo. La última actuación del TJUE fue la de revisar el pasado abril las
cláusulas suelo impuestas por la UE a todos sus miembros, pero la resolución se
sabrá entre dos y cuatro meses después.
Por su parte, el
Tribunal de Cuentas oferta prácticas de un
máximo de cinco meses con un salario de 1.120 euros mensuales. Los que quieran
solicitarlo deben poseer un título universitario o habiendo completado cuatro
semestres de estudios universitarios en un ámbito de interés para el Tribunal:
Auditoría, Presupuesto y Contabilidad, Derecho, Administración, Recursos
Humanos, relaciones internacionales, Traducción y Comunicación. Además, para
poder optar a dichas prácticas, hay que ser ciudadano de la Unión Europea
excepto si tienes autorización. También hay que tener conocimiento de alguno de
los idiomas que se hablan en los países que componen la Unión Europea.
Todos los años, de las 25.000 personas que solicitan un
puesto de prácticas en algún sector del Parlamento Europeo, tan solo 600
consiguen entrar. Según Alain Crespinet, director de las Campañas de
Información de la UE, “los solicitantes
deben ser versátiles, tener una gran capacidad de iniciativa y trabajar bien en
equipo”.Los salarios suelen oscilar entre los 1.226 euros mensuales.
Guest post de la serie: 4 temas de la Unión Europea que queremos destacar:educación. Elaborado por: MARIA DEL CARMEN ALONSO CALLEJA Y LYDIA DE HORTEGA BOBES ; MAMEN GARCÍA-ALEMÁN Y MARÍA HAMMER , LETICIA PEÑA PRADOS Y CARMEN LLAMAS DE LEÓN , LUIS CARBALLO Y HUGO SÁNCHEZ
