La
primera solicitud de España de formar parte de la Comunidad Económica Europea
se formalizó ante el Consejo de la CEE el 9 de febrero de 1962. El objetivo era
establecier una relación comercial, y tuvo su fruto el 29 de junio de 1970 con la
firma del un Acuerdo comercial preferencial y de un Protocolo el 29 de enero de
1973.

 
El
26 de julio de  1977, el primer gobierno
de Adolfo Suárez, al inicio de la transición española solicitó al Consejo su
adhesión a las Comunidades Europeas. Sin duda la llegada de la democracia a
España posibilitó el inicio de las negociaciones. Por parte de las Comunidades
Europeas y hasta 1980 se solicito a España la ratificación de los Pactos
Internacionales de Derechos Civiles y de Derechos Económicos y Culturales de
las Naciones Unidas, se convirtió en miembro del Consejo de Europa y firmó el
Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades
Fundamentales. También suscribió la Carta Social Europea y formuló la
Declaración reconociendo la competencia de la Comisión Europea de Derechos
Humanos para tramitar demandas de particulares.
A
su vez, el proceso de transición democrática se vio favorecido por las
Instituciones europeas. Los gobiernos españoles encabezados  Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo y Felipe
González, trabajaron a lo largo de siete años para lograr el cumplimiento del
acervo comunitario y de las exigencias socioeconómicas que permitían la
adecuación de la situación española a la europea.
Las
negociaciones se hicieron de forma paralela con España y Portugal, que había
solicitado la adhesión en marzo de 1977. La ampliación que suponía la entrada
de ambos países exigiría de las Comunidades Europeas una reforma institucional
y económica  que debían quedar reflejadas
en el texto de los tratados.
España
aportaba a las Comunidades una amplia base agraria, con muchos problemas de
competitividad, necesitaba también la adaptación de las estructuras económicas
y  las Comunidades pedían la  reducción de la cuota pesquera. Y fueron estos
temas los principales puntos discutidos en las negociaciones. Tras este largo
proceso, el presidente del gobierno español, Felipe González firmó en Madrid,
el 12 de junio de 1985, el Acta de Adhesión de España a las Comunidades
Europeas, que se hará efectiva el 1 de enero de 1986.
El
cambio institucional obligado por la ampliación de 1985 quedó reflejada en el
nuevo tratado: el Acta Única Europea. En diciembre de 1985 los 10 países que
formaban el Consejo deciden redactar un nuevo tratado que modifique el Tratado
de Roma (1957) con el objetivo de revitalizar el proceso de unificación
europea. Este nuevo tratado conocido como el Acta Única se firma en Luxemburgo
en febrero de 1986.
El
Acta Única recoge los cambios institucionales necesarios tras la incorporación
de España y Portugal. España,  quinto
país mas poblado de la Comunidad, hizo que obtuviera 8 votos en el Consejo,
frente a los diez de los “cuatro grandes”. La mayoría cualificada
quedó establecida en 54 votos. En la Comisión quedó representada por 2 de los
17  comisarios y por 60 eurodiputados de
un total de 518 escaños en el Parlamento Europeo.
Reproducimos el Artículo publicado en
Europa siglo 21, Extraordinario 20 años de España en la Unión Europea.  Mayo-Junio 2005 y recordado en Europa siglo 21, nº 59 Nov-Dic 2015