Publicada en noviembre de 2020, la Comisión Europea quiere aprovechar el potencial de la energía renovable marina.
Energía renovable marina
Incluye la energía eólica fija o flotante o el uso de placas fotovoltaicas. Novedosas formas de producción de energía aprovechando el movimiento de las olas (energía undimotriz) o de las mareas (maremotriz). Aprovechamiento de la energía térmica oceánica. O la recogida de algas para crear biocarburantes.
No todas se encuentran en el mismo nivel de desarrollo. Por ejemplo, la energía térmica oceánica o las instalaciones fotovoltaicas flotantes se hallan en fase de investigación.
La estrategia de energía marina presentada por la Comisión Europea se suma a las otras propuestas de uso de energías renovables dentro del Pacto Verde Europeo. El objetivo de neutralidad climática está muy presente en el desarrollo y aplicación de estas tecnologías.
Los mares de Europa
Definidos como un espacio marítimo con gran potencial para desarrollar energía renovable marina por la variedad de sus cuencas marítimas. Especialmente el mar del Norte, líder mundial tanto en número de instalaciones como en experiencia en energía eólica marina. El Joint Research Centre recoge datos en este mapa sobre la capacidad de estos mares.
El Convenio OSPAR reúne a quince gobiernos que junto con la UE cooperan en este despliegue de investigación e innovación para la transformación de la producción de energía.
Los retos a superar
Cumplir la legislación medioambiental, seguir el rumbo marcado por la política marítima de la UE cuando se elijan los emplazamientos de este tipo de instalaciones y las conexiones entre sus infraestructuras y la red europea de energía.
La política marítima de la UE incluye Directivas sobre hábitats y aves; estrategia marítima; ordenación del espacio marítimo; política pesquera y responsabilidad ambiental. Añadir la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE), el Convenio Aarhus+ y Evaluación de Impacto Ambiental (EIA).
Además de los objetivos marcados por el Pacto Verde Europeo y los más concretos ya comentados en la Estrategia sobre la Biodiversidad y el Plan de Acción para la Economía Circular.
Las propuestas también nos permitirán proteger la biodiversidad y abordar las posibles consecuencias socioeconómicas para los sectores que dependen de la buena salud de los ecosistemas marinos, fomentando así una coexistencia sólida dentro del espacio marítimo.