El que los jóvenes abandonen sus estudios antes de terminar el bachillerato o antes de completar una Formación Profesional (módulo) de grado medio, es un importante indicador de la cualificación que tendrán los futuros trabajadores europeos.



A pesar de los esfuerzos, los factores que empujan a abandonar los estudios de forma temprana son múltiples, con lo que los mecanismos que se ponen en marcha para impedirlo normalmente se enfrentan a un entorno complejo en el que la decisión personal, el entorno, la motivación que encuentra en el centro educativo, etc… suelen pesar siempre mas que la estrategia educativa que lucha contra ese abandono.

Los datos a día de hoy, con importantes diferencias entre los distintos Estados miembros, indican que el 25% de los adultos, entre 25 y 64 años, es decir más o menos 70 millones de personas en la Unión Europea, no han completado ningún nivel educativo más alla de la Enseñanza Secundaria Obligatoria. En el caso de España, no han terminado ningún ciclo formativo más allá de 4º de la ESO, que oficialmente se termina a los 15-16 años. 

Dentro de esto, alrededor de 20 millones de adultos (el 6.5% de personas adultas en la UE) abandonan el sistema educativo sólo con Educación Primaria, es decir sin completar el ciclo de Enseñanza Secundaria Obligatoria.

En ambos supuestos, los países del sur de Europa son los primeros en el ranking de abandono. Como muestra la gráfica, en España el 44.5% de los jóvenes no completan la Educación Secundaria Superior, es decir el Bachillerato (ISCED 3), siendo el tercero detrás de Portugal (60 %) y Malta (59%) y seguido de Italia (41%).

Continuando con las cifras, el 30 % de adultos en la UE tienen un nivel muy bajo o sencillamente no tienen cualificación en Tecnologías de la Comunicación y de la Información, algo que está muy lejos de la estrategia de crecimiento y empleo de la UE. El 50 %, consideran que su cualificación en este tema no alcanza el nivel requerido por el mercado de trabajo actual.

Las cifras a veces “no dejan ver el bosque”. Pero en este tema, es igualmente importante impulsar estrategias que hagan descender el abandono escolar, y que eviten que siga aumentando el número de jóvenes que ni estudian ni trabajan (los ya conocidos como NINIs), como impulsar estrategias de educación y formación de adultos.

Destacar en esta línea la Agenda Europea para el Aprendizaje de Adultos, credada en 2011 y que acaba de publicar sus resultados a través del informe de la red Eurydice: Adult Education and Training in Europea: widening access to learning opportunities. En el informe, se muestran las políticas y medidas que aseguran un acceso suficiente a las oportunidades de aprendizaje para aquellos adultos cuyas competencias y cualificaciones no se correspondan plenamente con las actuales demandas del mercado laboral y la sociedad. En él se analizan datos de 35 sistemas educativos nacionales, ubicados en 32 países europeos.

El análsis que plantea es muy completo. Destacando los compromisos de cada Estado miembro en materia de educación de adultos, los programas que están financiados con fondos públicos y la disponibilidad de ayudas económicas, la flexibilidad en la metodología de aprendizaje y la oferta formativa y de orientación. 

Entre las conclusiones del informe, el reto de hacer conscientes a los adultos de la necesidad y los beneficios del aprendizaje a lo largo de la vida y apoyar a aquellos que necesitan o quieren iniciar de nuevo un plan de formación durante su etapa adulta. Especialmente ante los frenos que normalmente expresan como las responsabilidades familiares (30.9 % en España) e incompatibilidad con el horario de trabajo (16.6 % en España) según la encuesta Adult Education Survey (AES) realizada en septiembre de 2014 y cuyos resultados se incluyen también en este informe de Eurydice.