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El concepto de exclusión social no sólo se refiere a una situación de pobreza. Incluye más aspectos relacionados con escasez de medios materiales y no materiales, sus relaciones y las dinámicas de marginación social económica y política causadas por la escasez.
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Malas condiciones de vida: pobreza en aspectos como hogar, nutrición, ropa, seguridad física.
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Incapacidad para participar en la vida social y política de la propia comunidad (no por elección sino por encontrar obstáculos para ello).
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No poder participar en actividades culturales/ocio (al encontrar obstáculos para ello)
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Malas condiciones de salud derivadas de una situación de pobreza y encontrar obstáculos para acceder a cuidados relacionados con la salud o a servicios sociales.
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Sentimiento emocional y sicológico de exclusión y soledad en medio de la comunidad y de la sociedad (sensación de pérdida de bienestar).
No tener acceso a la educación, experimentar discriminación debido a características personales (raza, género, orientación sexual, religión lengua), pobreza económica, desempleo, no tener residencia o estatuto legal en el país en el que se está, vivir en zonas remotas, participar en experiencias en delincuencia juvenil son a menudo los determintantes principales que aparecen en un perfil de exclusión social de los jóvenes.
El estudio indaga sobre todos estos aspectos en cada Estado miembro y aporta las siguientes conclusiones:
Un tercio de la población joven de la UE se encuentra en riesgo de exclusión social. Un tanto por ciento significativo de jóvenes está viviendo en condiciones de marginalidad y privación, que les impide ejercer sus derechos fundamentales y amenaza su futuro a largo plazo.
Los principales determinantes de exclusión social están imbricados en desigualdades sociales, como obstáculos para acceder a una educación y formación de calidad, a un empleo seguro y adecuado, ser objeto de prácticas y actitudes discriminatorias, así como ser objeto de procesos de exclusión debido al lugar de residencia.
La discriminación, especialmente la de género, afecta la salud física y emocional de los jóvenes. Se sienten discriminados por su religión, color e identidad sexual y esto supone un grave obstáculo a la hora de que los jóvenes sean participativos a todos los niveles.
Siendo de un país externo a la UE, o perteneciendo a cualquiera de las categorías de ciudadanos “sin papeles”, sin permiso de residencia… la posibilidad de sufrir privación material o incluso pobreza, así como de tener un bajo nivel de educación, es muy frecuente entre los jóvenes.
Una escasa cualificación representa también una poderosa barrera a la hora de acceder a servicios sanitarios, y afecta la motivación de los jóvenes para participar en la vida política, aunque esta sólo se refiera a su participación electoral.
El desempleo y la pobreza dificultan la posibilidad de que los jóvenes reciban cuidados médicos y de mejorar sus condiciones de vida.
El informe ve posible prevenir y reducir el riesgo de exclusión de muchos jóvenes. Es necesaria una política completa, enfocadas a este tema que permita impulsar un cambio positivo en la vida de estos jóvenes que viven en Europa. Mejorar la educación y la formación, ofrecer oportunidades concretas para su integración en el mercado laboral, luchar contra prácticas discriminatorias creando oportunidades para la inclusión y diseñando acciones no sujetas a requerimientos de ciudadanía o residencia que pueden excluir a grupos marginalizados… son todos potentes mecanismos de inclusión social. También aporta ejemplos de buenas prácticas en la lucha contra la exclusión de los jóvenes.
Paolini, Giulia. Youth social exclusión and lessons from youth work: evidence from literatura and surveys. Anna Horvath, Ana Sofia De Almeida Coutinho (co-autoras). Documento producido por Eurydice y Policy Support Unit (P9) of the Education, Audiovisual and Culture Executive Agency (EACEA).