Nos preguntamos ¿Que está haciendo la Comisión Europea en temas que son clave para la ciudadanía?
En nuestra entrevista con Ann Westman, Consejera Económica de la Representación de la Comisión Europea en España, encontramos una fuerte mirada, decidida a aclarar ciertos puntos acerca de las nuevas políticas sociales y del mercado digital, presentado por la Comisión Europea tras la reunión en Roma por el 60º aniversario de la firma de los Tratados de Roma.
¿Qué papel desempeña la Comisión Europea en España?
Tenemos dos representaciones en España: una oficina aquí en Madrid, que es la más grande, pero también tenemos otra oficina en Barcelona. Esta es responsable de Cataluña e Islas Baleares, el resto lo cubre la oficina de aquí.
Se puede decir que actuamos como puente entre Bruselas y España. De alguna manera intentamos explicar las políticas e iniciativas de la Unión Europea aquí en España a todas las partes interesadas. Gobiernos, sindicatos, agentes sociales…
Estamos viajando mucho por las diferentes regiones, ya que la competencia de las regiones aquí es mucho más elevada que en otros países. Nos reunimos con los parlamentos regionales y a nivel provincial, organizamos seminarios para promocionar los planes europeos.
Pero también recogemos información y opinión que hay en España. Lo que piensan, de qué cosas se preocupan pensando en la economía, política… Y realizamos informes para Bruselas.
¿De dónde nace la unión social? ¿Era el siguiente paso tras la unión económica y monetaria?
Sí, a finales de abril la Comisión publicó un informe del pilar social. Que es el resultado de una iniciativa anunciada por el presidente Junker en 2014. Y el año pasado hubo una consulta abierta de todas las partes interesadas para que pudieran presentar sus ideas e inquietudes.
Ahora, la Comisión ha recogido y presentado sus propuestas. Porque hay que establecer unos principios mínimos para la Europa social y marcar referencias políticas para todos los países.
Además, la Comisión utiliza estas prácticas para incentivar y hacer recomendaciones a los países cuando creen que un estado tiene un desafío o un reto en un área específica. Es un nuevo instrumento que la CE para ejercer un poco de presión a los gobiernos.
La reforma social es un complemento para una unión monetaria y económica sea más profunda. Para que los aspectos económicos sean más certeros y justos para Europa. Se puede considerar como una reacción a la crisis macroeconómica, pero también una respuesta a retos más importantes para Europa, como los cambios demográficos, cambios en la sanidad… Si no hacemos cambios, vamos a tener un gran problema porque la gente necesita y pide más servicios.
También hay que ser conscientes de la imparable digitalización de nuestro mundo. Ahora hay nuevos tipos y formas de trabajo. Puede ser que el ir a una oficina a trabajar deje de ser común y la gente tenga dos o tres empleos diferentes desde casa o similar. Y nos tenemos que adaptar para que este tipo de trabajadores cuenten con los mismos derechos y la misma protección social que un empleado tradicional.
¿Se pretende crear un mercado digital y único para todos los estados miembros?
Las nuevas tecnologías están cambiando todos los aspectos de nuestra vida. Tenemos que aprovechar todo el potencial que ofrece, aunque hoy en día haya muchos obstáculos. Por ejemplo, los mercados digitales en Europa son nacionales, solo el 4% del mercado digital es transfronterizo. Esto provoca que un consumidor aquí en España no tenga el mismo acceso o precio a ciertos productos o servicios que otro cliente en otra nación.
Hay que tratar de eliminar o reducir estas barreras y diferencias, facilitando el consumo digital. También estamos tratando de eliminar el geobloqueo y ampliar el marco legal de copyright, permitiendo que si compras un producto fuera (durante un viaje) puedas utilizarlo en tu país de origen.
Sin olvidar la ciberseguridad, que es una gran incógnita aún hoy por hoy y el desarrollo de servicios nubes y potenciar la nueva red 5G. Es una agenda muy amplia y compleja, pero valdrá la pena. La Comisión estima que avanzar en este ámbito podría aportar 400 mil millones de euros cada año a la economía europea.
¿En qué consiste el proyecto Iniciativa Juvenil?
Es una iniciativa también llamada Garantía Juvenil, que pretende asegurar o motivar el empleo para los más jóvenes. Principalmente a aquellos que están más lejos del mundo laboral: los que llamamos “ninis”; que ni estudian ni trabajan.
Se quiere ofrecer a los jóvenes menores de 25 años, o incluso 29, una oferta de trabajo de calidad. Reforzar los huecos en los currículums o enfocar el mismo en un ámbito laboral concreto. Y así poder facilitar su entrada en el marco de trabajo.
El Presupuesto Europeo contempla ayudas económicas a los países que más sufran de desempleo juvenil. Por ejemplo, España podría optar a esas ayudas para llevar a cabo esta Iniciativa Juvenil. Ya que hay que actuar rápido, para evitar que los jóvenes se queden sin oportunidades.
¿Por qué la decisión, tan criticada, de dividir el permiso parental y hacerlo individual?
El proyecto trata de promover el equilibrio en la vida laboral y familiar. Es importante comprender que la Comisión Europea, con esta iniciativa, trata de poner unos derechos mínimos a los estados miembros. Si uno de estos quiere ampliar los derechos, no habría ningún problema.
Pero que no puedan bajar de esos mínimos establecidos para que los padres puedan disfrutar de su trabajo y vida familiar y cuidar a sus hijos. En verdad no hay una solución correcta, la Comisión trata de dar libertad a los ciudadanos para elegir qué quieren hacer y, por eso, hablamos de derechos individuales.
Si un país quiere añadir más baja de paternidad que sea compartido entre los dos progenitores, puede. Pero también entiendo la crítica. Dentro de la familia, se puede decidir quién se queda en casa.
Porque, por ejemplo, puede que uno de los dos (madre o padre) gane más y puede afectar económicamente a la familia. Ya que cobras una parte del sueldo al estar en baja, no es el sueldo completo.
Aunque se pretende que las mujeres tengan mayor participación en el trabajo y evitar que las mujeres se vean obligadas a abandonar su empleo durante un largo periodo. Hay pros y contras, pero la Comisión solo trata de establecer unos derechos mínimos para todos.
Entrevista realizada por Luis H. Rodríguez, Alumno del Grado de Periodismo de la Universidad Francisco de Vitoria