Las industrias del futuro
Las industrias han puesto en marcha distintos proyectos. Se trata de modelar la “fábrica del futuro”, “industrias de transformación sostenible” y “bioindustrias”.
El 28 de febrero se celebra la segunda edición del European Industrial Day en Bruselas. Entre los temas que tratarán en esta edición de 2018 está la iniciativa de Economía Circular.
Se trata de ayudar a desarrollar y desplegar las tecnologías facilitadoras en apoyo de la industria manufacturera de la UE. La Agencia de Medio Ambiente de la Unión Europea publicó en el año 2015 su informe interactivo SOER. Advierte en este informe a la UE de la necesidad de transformar sus sistemas de producción y consumo. En particular aquellos que tienen que ver con alimentos, energía, transporte y construcción.
Pequeñas y Medianas Empresas (PYMEs)
La Comisión impulsó la creación, entre 2016 y marzo de 2017, una Ventanilla Única para que las PYMEs conozcan y/o accedan a servicios, instalaciones y tecnologías, necesarias para conseguir una producción limpia. El objetivo es claro: favorecer el uso de tecnologías avanzadas de fabricación innovadora en sus procesos de producción y en sus futuras inversiones.
Este tipo de transformación necesita un alto grado de innovación aplicada a un gran número de sectores. No se puede involucrar solo al desarrollo de tecnologías. Ha de innovar también en el comportamiento de la sociedad y en el de las empresas. Y por supuesto en sus modelos de negocio. El consumidor será pieza clave en este proceso y punto de partida de la demanda y condicionante de la oferta.
La Agencia de Medio Ambiente destaca dos aspectos. Por un lado, la existencia en el sistema actual de un flujo complejo y arraigado. Este relaciona a productores, consumidores y líderes de opinión. Y por otro lado, el tratarse de un sistema cambiante, expuesto a modificaciones de origen interno y/o externo, a la hora de aplicar los criterios de la Economía Circular.
El sector de la construcción y la demolición
El sector de la construcción y la demolición. Aquí entran objetivos de mejora de separación y recogida de residuos en origen; la utilización de biomasa y bioproductos con criterios de sostenibilidad para todos los usos bioenergéticos, etc… Otro ámbito de actuación es el de la industria pesada.
La Comisión Europea ha visto la necesidad de incluir criterios medioambientales en todos los procesos de contratación pública. Edificios de oficinas, carreteras, ordenadores, pantallas… Este es otro paso importante puesto que la contratación pública impulsa fuertemente el cambio de requisitos en las empresas licitadoras. Este ámbito es uno de los fundamentales en la transición a la Economía Circular.
Son muchos los ejemplos que proponen nuevos modos de gestión de residuos. Con ello, fomentan de manera directa la creación de puestos de trabajo, la empleabilidad y la innovación.